Canberra, el corazón de Australia

Capital administrativa y sede del Parlamento, la ciudad ofrece planes como disfrutar en Civic, el barrio de moda, visitar la cercana zona vinícola o un parque con ornitorrincos.

El National Carillon en el lago Burley Griffin, en el centro de Canberra (Australia).
El National Carillon en el lago Burley Griffin, en el centro de Canberra (Australia). ANDREW WATSON GETTY

e la nación”. Esta frase que se lee en las matrículas de los coches locales no es de orden geográfico, sino sentimental. Y es que, como todas las capitales federales levantadas desde la nada a lo largo del siglo XX, Canberra fue vista durante mucho tiempo por los australianos como una urbe artificial. Una sede del poder político más que una ciudad con alma: se empezó a construir en la década de 1910 para albergar las instituciones gubernamentales y dirimir así la eterna rivalidad entre Sídney y Melbourne. Pero con el paso del tiempo esta percepción ha ido cambiando progresivamente, y hoy, con sus casi 400.000 habitantes, Canberra tiene fama de ser un sitio con una alta calidad de vida, lejos del bullicio de las megaciudades, y con una de las mejores ofertas culturales de todo el país. Para visitarla puede ser útil un coche, ya que está muy extendida, aunque también se puede recurrir a los autobuses de Canberra Explorer, que permiten subirse y bajar durante todo el día.

Canberra, el corazón de Australia
JAVIER BELLOSO

9.30 Edificio bumerán

Empecemos por la razón de ser de la ciudad: las instituciones federales. El edificio del Parlamento (1) parecía futurista cuando fue inaugurado en 1988 por la reina Isabel II (que es todavía formalmente la jefa de Estado de Australia). Y sigue dando esta sensación. Su fachada tiene supuestamente la forma de un bumerán (aunque la verdad es que cuesta algo discernirlo) y está coronada por un asta de bandera de 81 metros. En este país particu­larmente orgulloso de sus instituciones democráticas, el interior está ampliamente abierto a las visitas, incluso las sedes de las dos Cámaras. El edificio, obra del equipo Mitchell/Giurgola & Thorp, se encuentra encima de un pequeño cerro, la Capital Hill, con una bonita vista a la ciudad.

10.30 Un canguro y un emú

De allí se puede bajar a pie por una ancha avenida arbolada, Federation Mall,hasta llegar a la sede del Parlamento Antiguo (2), que acogió el poder legislativo entre 1927 y 1988. Con su puerta de entrada adornada con el escudo de un canguro y un emú sosteniendo el blasón de Australia, alberga en su interior un museo que rememora los momentos importantes de la historia política del país. Frente al edificio se yergue, en una pequeña casucha, la Embajada Aborigen.Instalada allí en 1972 por los propios nativos, recuerda que las poblaciones originales del país siguen sin sentirse representadas por sus instituciones políticas.

El cuadro 'Blue Poles' (1953), obra maestra de Jackson Pollock, fue comprado en 1973 por el Gobierno y se exhibe en el Museo Nacional en Canberra.
El cuadro ‘Blue Poles’ (1953), obra maestra de Jackson Pollock, fue comprado en 1973 por el Gobierno y se exhibe en el Museo Nacional en Canberra.

11.00 El capitán James Cook

Cerca se encuentra la National Gallery of Australia (3), que alberga una magnífica colección de arte aborigen, incluso contemporáneo, que es probablemente la mejor del país, así como obras procedentes de las vecinas islas del Pacífico. Aquí se puede ver, en la planta baja, el extraordinario Bosque de almas: una obra colectiva de 43 artistas indígenas que consiste en unos 200 tubos de tronco hueco (uno por cada año de colonización) representando cada uno un féretro. A cinco minutos a pie está el imponente edificio de la National Library (4), la Biblioteca Nacional, que conserva muchos documentos históricos, como el diario del capitán James Cook, el británico que fue el primer ­europeo que desembarcó en Australia en 1770.

13.00 Un gran carillón

Tras visitar Canberra por tierra, ha llegado el momento de visitarla por el agua. Más exactamente navegando por el lago Burley Griffin (5) (hay varias barquitas que salen diariamente, salvo en invierno), que lleva el nombre del arquitecto norteamericano que ideó la capital. Con sus 40 kilómetros de costas en pleno centro de la ciudad, rodeado de jardines y parques, es el sitio de ocio preferido de los locales, que vienen aquí a pasear, montar en bicicleta o pescar. En una pequeña isla, Aspen, está el National Carillon (6), una torre de 50 metros que contiene 55 campanas de bronce. Varios restaurantes permiten almorzar en las orillas de un lago que es en realidad un embalse.

15.00 Las guerras del siglo XX

Llega el momento de conocer a través de su capital otro aspecto característico del país: su apego a los recuerdos bélicos. Se puede apreciar en el War Memorial (7) (monumento conmemorativo de la guerra), un conjunto algo pomposo construido para rememorar a todos los soldados australianos que participaron en los grandes conflictos bélicos del siglo XX (estuvieron prácticamente en todos, al lado de Reino Unido). Está considerado como uno de los más importantes del mundo en su género.

Un koala en la reserva natural de Tidbinbilla.
Un koala en la reserva natural de Tidbinbilla.PENNY BRADFIELD

16.30 Reserva natural

La fauna autóctona es un componente imprescindible de cualquier visita a Australia. Y para ello está la reserva natural de Tidbinbilla (8), a unos 40 minutos por carretera de Canberra. Es el sitio ideal para ver de cerca, sobre todo al atardecer, canguros, emús y ornitorrincos. De paso se puede practicar algo de senderismo en la zona antes de volver hacia la capital (si se quiere alargar el paseo, el parque tiene su propio alojamiento).

19.00 Calles peatonales

Aunque se suele decir habitualmente que Canberra no tiene verdadero centro, ya es hora de acercarse a lo que más se le parece: el barrio llamado Civic, en la Northbourne Avenue (9). Aquí las sedes administrativas coexisten con hoteles, restaurantes y galerías comerciales como el Canberra Centre (10), que hacen competencia a las múltiples tiendas de las calles peatonales. Llaman la atención los edificios Melbourne (11) y Sídney (12), uno frente al otro, totalmente rodeados por una columnata.

20.30 Animada zona de bares

Es también el barrio ideal para cenar en uno de los múltiples restaurantes de la Northbourne Avenue. ¿Una recomendación para el menú? El cordero, excelente en Australia, rociado con algún vino local (la zona vitícola situada a media hora en coche de la ciudad cuenta con 33 bodegas, siendo el riesling y el syrah los caldos más famosos). También aquí está la zona de los bares donde terminar honrosamente el día. Y constatar efectivamente que Canberra, aparte de sede del poder político, es también, hoy, una ciudad con alma.