Navantia recurre a las empresas auxiliares para fabricar los motores de Australia

Aires nuevos recorren el astillero de Navantia Cartagena, a tenor de los contratos que están consiguiendo de manera paulatina los diferentes departamentos que componen la factoría. A la carga de trabajo que supone retomar el proyecto de construcción de los submarinos S-80, se le une la que ha recuperado la fábrica de motores, una de las unidades de producción con más encargos y proyección de la compañía. Tanto es así que la plantilla se encuentra ocupada al completo, algo que ha obligado a la dirección a recurrir a mano de obra externa cualificada para afrontar los compromisos adquiridos con las armadas de Australia y Turquía en los últimos tres años. Lo hace, sobre todo, cuando tiene, además, que centrarse en la revisión de las máquinas propulsoras de fragatas y corbetas españolas e incluso de los tanques del Ejército de Tierra, como ha ocurrido durante los últimos meses.

De momento, de los cinco motores del nuevo buque de proyección estratégica contratados para la marina de guerra de Turquía, -similar al ‘Juan Carlos I’ de la Armada Española-, Navantia ya ha entregado tres, el último de ellos el pasado mes de noviembre.